lunes, 29 de junio de 2020

Evolución Revolución, Trances y Crisis de OPORTUNIDAD


Desde Octubre del año pasado, o incluso desde antes, he leído, escuchado, conversado y discutido con algunas pocas personas en una contradicción vital que es muy comprensible, bastante lógica. Intentando aferrarse a formas pacíficas, con uñas y dientes. A formas que identifican como "amorosas" porque evitan cualquier tipo de sensación agresiva, violenta. La no violencia llega a ser una lucha, un grito, una necesidad tan imperiosa que incluso genera frustración y desencadena rabias internas. Esas mismas rabias que intentamos "evitar" para que todo sea solo dulzura, paz y amor.
Yo creo que tenemos una concepción muy sesgada y pequeña de lo que es amoroso. De lo que es "positivo". Está demasiado polarizado lo bueno y lo malo.
Creo que tenemos confusiones acerca de lo "sano". Creo que nos perdemos en busca de lo "perfecto" incluso.
Si bien nuestro cuerpo reconoce muchas cosas como "placenteras" y potencia la sensación de BIENESTAR cuando no hay estrés, peligro o miedo alguno que nos genere estados de alerta, bien sabemos que lo dinámico es una cualidad de lo vivo y que todas las respuestas y formas del organismo son necesarias.
Y yo me pregunto, y nos pregunto a las personas que ovulamos... ¿Han sentido ese momento intenso en que el ovulo madura y ROMPE el folículo para que nuestro ovario lo LIBERE y lo LANCE hacia nuestras trompas uterinas? Han sentido ese momento en que literalmente se genera una REVOLUCIÓN interna? En que ese mínimo dolorcillo que se asoma por uno de nuestros costados hacia nuestro vientre, se abre camino de esa forma tan hermosamente "violenta"? Claro, no sale suave y dulcemente del folículo pidiendo permiso, sino que atraviesa, rompe, cambia repentínamente todo y expulsa con vigor ese PULSO CREADOR.
Luego quienes hemos parido, ¿recuerdan ese momento en que la pelvis comienza a ABRIRSE para dejar pasar un cuerpo completo por nuestro canal vaginal? ¿Cuando una cabeza pequeña comienza a acomodarse y atravesar intensamente nuestro piso pelvico, desmoronando todo, transformando todo?
¿Recuerdan como todo el cuerpo se adaptó, lloramos con la piel, con los huesos, gritamos, nos desmenuzamos... literalmente nos partimos en mil pedazos abriendo un canal hacia esta vida!?
Entonces? Eso no es amor? Es un castigo? es un peso?
¿En serio vamos a ponerle esos adjetivos a estos momentos que para MUCHAS de nosotras nos ha permitido VER mucho más allá de la existencia? ¿En serio vamos a dejar que las creencias nos arrastren hacia una sola perspectiva de las cosas?
Porsupuesto aquí no deseo hacer una apología al dolor, al sufrimiento, a la destrucción que surge del odio. Pero las destrucciones son parte de transformaciones que no solamente tienen que ver con el odio. (En todo caso el odio está muy demonizado, muy temido, siendo que es solo otra EXPERIENCIA más. Es el juicio de VALOR y el conflicto no resuelto lo que genera más daño que la experiencia emocional por si misma)
Han visto la hermosura de un volcán transformando el territorio? El volcán es una solución.
Han visto el poder de un Tsunami, de un aluvión, de una inundación, ordenando desastres que dejaron algunos seres humanos, limpiando inmundicias... arrasando con todo?
Porsupuesto que duele. Claro que duele parir, como a veces duele menstruar (ya no es mi caso, hoy menstrúo con placer, justamente porque mi concepción del dolor fue cambiando). Pero no todo dolor es una carga permanente ni todo desgarro es hecho por fuerzas "oscuras". O tal vez si, pero no todas las "fuerzas oscuras" provienen de la falta de amor. Son soluciones, son formas de ordenar, son dinamismos que avanzan.
La RE- EVOLUCIÓN de una semilla que brota, de un bebé que nace, de un óvulo que se abre paso... es imprevista a veces, es estruendosa, es agresiva, dolorosa a veces...
Las contracciones de un útero que sangra son una hermosura que nos habla de renovación. Ese óvulo y su muerte son también "oscuridades" que permiten que otra vida sea traída, otro ciclo se renueve, otras posibilidades se manifiesten. así mismo las muertes de las personas. Esas muertes que nos duelen en lo profundo. Esos duelos, esas heridas... son oportunidades de renacimiento, de transformación. Como lo son las enfermedades: verdaderas soluciones a un conflicto no resuelto, que se expresa corporalmente.
Cada CRISIS es una hermosa transformación.
Cada gusano espera dentro de su capullo y con mucho esfuerzo ROMPE su crisálida. Ese parto es también un viaje iniciático. Es un tránsito necesario... como lo es TODO esto que también rechazamos a veces, que no nos gusta, que estamos esperando que "pase pronto"... en vez de vivirlo plenamente, contemplarlo con gratitud, conservar lo profundo, lo que implica, respirarlo, archivarlo todo... como una gran danza, como un enorme TRANCE...
Bárbara Pía.
DanzaMatria.
2020.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario