Es por ello que se han heredado muchas celebraciones que con el transcurso del tiempo han sido tomadas por el mercado como una buena oportunidad de masificar ventas de todo tipo de REGALOS, pues una de las más recurrentes tradiciones es intercambiar regalos el día 24 de Diciembre, durante la llamada Noche Buena o dejar regalos para ser abiertos al día siguiente, el día 25, día de "Natividad de Jesús". La tradición recoge la historia del gesto de los "Reyes" magos, sabios alquimistas y místicos curanderos que llegaron a visitar al maestro nacido en Belén y lo honraron con ofrendas.
Esa misma tradición luego se adjudicó a San Nicolás, un místico popular por ayudar a los más pobres y alegrar a niñas y niños con regalos. Su muerte se recuerda el día 6 de Diciembre, y se celebra en muchos lugares dejando regalos para los más pequeños y pequeñas. Muchas historias se han generado en torno a este personaje, cambiando su nombre a Santa Claus o Klaus .
En otros lugares la celebración se desplaza al 6 de Enero, adjudicando esta fecha a la llegada de los tres Sabios de Oriente que visitaron Belén.
En nuestro país la tradición católica definió la fecha del 25 de diciembre para concretar la celebración, por lo que el 24 en la noche los cristianos celebran una misa llamada "la misa del gallo" esta expresión remite a una forma antigua de denominar el inicio del día, a la media noche, como el "canto del gallo", por lo que las misas celebradas a esta hora quedaron con ese nombre.
Poco a poco las iglesias adaptaron el horario a conveniencia de los asistentes que prefieren cenar en casa, con las familias y a las 12 de la noche abrir los regalos, luego de crear todo un ambiente mágico para los más pequeñitos; generalmente se les saca a pasear y jugar, para esperar al "Viejito Pascuero", como erróneamente se le ha llamado en estas tierras, aludiendo a la Pascua de Resurrección. La verdad es que nuestra PASCUA real se celebra con la llegada de la primavera y no en la fecha de Semana Santa (del hemisferio Norte), pues también coincide con ritos ancestrales ligados a los ciclos de la naturaleza, antiguas tradiciones del culto a Ishtar, arquetipo femenino de fertilidad y sexualidad (de donde proviene la palabra EASTER).
El mercado global ha logrado unificar las celebraciones para generar campañas publicitarias mundiales y así llegar con la cultura de consumo a más lugares. Por ello tanto las comunidades cristianas que preservan el rito de honrar su nacimiento, pues lo consideran la encarnación del DIOS vivo en la tierra, como los místicos que conocen el orígen del rito inicial del culto al SOL y que han observado al Cristo como este Bodhisattva (Ser Iluminado en el camino del Buda) que simboliza el Sol como centro del universo y del corazón, que se materializa en vida e irradia e ilumina su energía cristica por medio del amor, tal como su mensaje esencial: "AMENSE LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO LES HE AMADO"- están siempre llamando a recuperar el verdadero SENTIDO de la NAVIDAD: recibir la luz del amor en el corazón, como los cristianos reciben a cristo en su corazón. Abrir el corazón crístico al amor universal, abrirse a amar y recibir amor, irradiar amor en todas direcciones y volvernos un SOL tal como él lo ha simbolizado. Por ello es que entender los orígenes de celebrarlo es muy importante. Nuestra conciencia está abierta para recibir este Nuevo Sol que llega para nosotros este verano, como llega en Invierno para el Norte. Así también abrimos nuestro corazón a su renovación. Podemos ritualizar con luz, con rezos, cantos, danzas, ofrendas, regalos, cenas nutritivas y abundantes, celebar la vida, honrarla, celebrar el amor en nuestros corazones y pulsar una apertura UNIVERSAL a este amor. Actualmente se ha polarizado mucho la energía y estamos observando tanta luz como oscuridad. Todo está mostrándose y es importante VERNOS por dentro, sostener nuestro SER interno con mucha sabiduría y claridad para no ir cediendo terreno a los odios y profundos dolores que trae este mundo.
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